divendres, 16 d’agost del 2013

Reflexions al voltant de la reforma local. "Aquesta reforma de les administracions locals fomenta la desaparició de l'Estat, la desaparició dels drets dels ciutadans guanyats en la Democràcia."

LA REFORMA LOCAL, UN NUEVO PASO AL PRECIPICIO.

Publicado: Martes, 13 de agosto de 2013 en Voces transversales
Escrito por Fernando Santamaría Pavón

Hace unas semanas, uno de esos periodistas que tanto adornan los debates televisivos por parte de la derecha más rancia de este país se preguntaba  ¿qué es el Estado?. Él no lo entendía y no es un olvido al azar, sino sistemático de sus posiciones maximalistas. El Estado no es más que el sistema de control de los desmanes del poder, es quien impone las leyes y las hace cumplir.Se acaba de aprobar la nueva contrarreforma legal, un nuevo paso a la desdemocratización del Estado.
Recuerdo hace tiempo en otro de mis escritos poner un ejemplo claro, las películas del oeste, los famosos western. En esas películas un hombre bueno y justo tenía que cubrir el hueco que aún no cubrían las leyes o que la corrupción o violencia ejercida por el poderoso había logrado, comprando o asesinando al sheriff. En esas películas el éxito venía aparejado con la llegada de las instituciones del Estado, ese gran desconocido, si no olvidado o eliminado por los neoliberales.
La actual reforma Local del Estado no es más que eso, la desaparición que imponen desde el más absoluto egoísmo, por no decir epítetos más fuertes, los clásicos poderes fácticos. Y es algo que no ha salido ni gratis ni de la nada. Llevan años lanzándonos mensajitos, tanto por email como por charlas ocasionales, de supuestos amigos del despilfarro que suponen las autonomías y ayuntamientos. Y el mensaje ha calado.
Primero analicemos qué significa despilfarro para estos tipos. Despilfarro es todo aquello a lo que ellos no le puedan sacar partido o beneficios. Con esta definición está claro que sobra el Estado del Bienestar, pues el Estado es el único que da todo lo que necesita el ciudadano, lo más básico: Sanidad, Educación, Servicios Sociales, Prestaciones Sociales y Seguridad.
Recordemos qué pasaba en esas películas con los pobres ciudadanos: Eran asesinados, robados y violados por los matones de los ricos; había dos niveles de justicia, la del rico del pueblo y sus acólitos y la de los demás. En ese sentido este gobierno del Partido Popular ya ha subido o implantado nuevas tasas en Justicia que hace que la misma no pueda llegar a las clases más humildes. Por otro lado, ya pasó con Aznar, la Policía Nacional y  la Guardia Civil fueron casi desmanteladas por la falta de reposición de nuevo personal funcionario. Y ¿cuál era su solución? La seguridad privada. Curiosamente la misma solución por la que optaba el rico de las películas del Oeste, la contratación de matones y pistoleros.
El segundo punto es la reducción de concejales. Para ello se ha lanzado el mensaje que los políticos cobran mucho. Pues curiosamente hay miles de concejales que no cobran ni un céntimo. Es decir, no hay pérdida de gastos, pero sí hay pérdida democrática. ¿Por qué digo esto? Pues porque al haber menos puestos por ayuntamiento la ley D´Hondt arrasará a las terceras y cuartas fuerzas políticas y dejará muy mal a la segunda. Se ahondará en el tan denostado bipartidismo. Quiero recordar que este bipartidismo actual permite la existencia  de más partidos, con la actual reforma esta diversidad política desaparecerá. En sus cálculos entran la separación de las fuerzas de izquierdas, malmiradas unas a las otras gracias a la propaganda maliciosa lanzada por sus medios de comunicación controlados. Medios de comunicación expertos en un doble rasero histórico y comprobable en cualquier hemeroteca, por ejemplo entre las situaciones vividas en los dos últimos años de gobierno de Rodríguez Zapatero y los dos años sufridos con el gobierno de Rajoy.
El tercer punto es la eliminación, según cálculos, de hasta 40000 funcionarios más. Como analizo en mi artículo Las mentiras del Neoliberalismo (recopilación). Tanto dejar de invertir en lo público como despedir a funcionarios tiene unos efectos perniciosos muy notables. La pérdida de esos 40000 puestos de funcionarios que irían al paro podría conllevar la pérdida de otras 240000 personas más de las empresas privadas. Recordemos qué era un funcionario: Un persona con trabajo estable de por vida, que podía consumir sin problemas durante toda su vida. Ese nicho de consumo permanente permitía que los que trabajaran en lo privado ganaran más dinero y dieran más movilidad a la emprendeduría. Además la pérdida de inversión en el sector público hace que se pierda una gran parte de ingresos, recuerdo que por cada 100 euros invertidos  en lo público se recogen entre 90 y 170 y no 50 euros como los neoliberales dicen.
El cuarto punto no es menos importante. Esta reforma impone un alejamiento de la política de la sociedad, al recluirlo en un único organismo al que cortaron todas las vías de comunicación con la gente, el Parlamento. En definitiva, las sociedades democráticas avanzan hacia una participación ciudadana más intensa. Pero con esta ley se extermina este avance; un paso más en el enroque de las clases dirigentes en su torre de marfil.
El quinto punto es la definitiva destrucción de la ley de dependencia que el Gobierno de Rodríguez Zapatero impulsó. Las administraciones locales eran el primer punto de encuentro en la ayuda directa al ciudadano en situación de desamparo.
El sexto punto es la desaparición del mundo rural, donde de la mano de la sostenibilidad económica abandona a todos estos ciudadanos a ser personas del tercer mundo. Este es un claro ejemplo de la falta de visión neoliberal de la situación. Ninguna empresa querrá invertir en un centro de salud o en un colegio de un pueblo de 100 personas por ruinoso económicamente, cuando los impuestos recaudados por la administración por todas las actividades económicas creadas gracias a la existencia de esos servicios eran la base de un crecimiento o mantenimiento económico de esas sociedades. Lo privado nunca es la solución a los servicios públicos que el Estado tiene la obligación de suministrar, al menos en un Estado democrático.
Esta reforma de las administraciones locales es más de lo mismo. Fomenta la desaparición del Estado, la desaparición de los derechos de los ciudadanos ganados en la Democracia. Es, como decía en mi ejemplo, dejarnos a manos de los matones y los impulsos avariciosos y desmedidos del poder de un personaje o conjunto de ellos que esclaviza y roba a todos los habitantes de ese pueblo de las películas del Oeste.